domingo, 20 de abril de 2014

(Reseña) Sherlock 1x01 Estudio en rosa.




Para quien disfruta del suspenso y de la acción que propicia un buen drama criminal ésta serie realizada por la BBC es una excelente opción. La adaptación de las novelas policiacas de sir Arthur Conan Doyle creada por Mark Gatiss y Stephen Moffat moderniza al afamado detective Sherlock Holmes dándonos un nuevo enfoque en los casos pero sin perder la esencia y todo aquello que nos ha fascinado a quienes hemos leído las novelas.
Si bien es cierto que el mundo policiaco es sombrío y en ocasiones escabroso, no se dejen engañar por las palabras “drama” y “criminal” ya que la serie cuenta con increíbles guiones y actores que darán vida a escenas llenas de acción y misterio así como de humor.
Sherlock es altamente recomendable, para que pongan a prueba sus dotes de investigador o simplemente para que se dejen encantar con la personalidad de los personajes; y con tres temporadas al aire, de tres capítulos cada una, y confirmadas (pero no del todo) la cuarta y la quinta, les dejo una reseña del primer episodio de la primera temporada de Sherlock.

“Estudio en rosa” es la adaptación libre de Estudio en Escarlata.
            John Watson, interpretado por Martin Freeman, regresa a Londres después de haber cumplido como soldado en el extranjero y tratando de adaptarse a la vida de civil así como a sus nuevos gastos se encuentra con su viejo amigo Mike Stamford, quien intentando ayudarle lo convence de ver la posibilidad de compartir un piso con Sherlock Holmes: un hombre misántropo y frío, con una capacidad de análisis, un cerebro y una personalidad únicos, y con un toque geek (diría yo), representado por el galardonado actor Benedict Cumberbatch. Ambos deciden ver el apartamento de la calle Baker del cuál es casera la Señora Hudson (Una Stubbs), antigua cliente Sherlock.

            Tras una serie de extraños suicidios, siendo el último el de una mujer vestida de color rosa, el Detective Inspector Lestrade (Rupert Graves) recurre a Sherlock en busca de ayuda para este peculiar caso y Holmes, sintiéndose como un pequeño en navidad, acude sin demora al lugar de los hechos acompañado del Dr. Watson. Es aquí, al ver el cadáver de la víctima, donde verdaderamente se muestra la capacidad de deducción de Sherlock Holmes a quien solo bastan unos minutos para dejar atónito a su colega y exasperado al D. I. Lestrade con sus bien definidas conclusiones; e ignorando a Anderson, el médico forense de Scotland Yard con quien al parecer Sherlock no trabaja bien, nuestro detective va en busca de una pista importante: una valija rosa desaparecida, mientras Watson recibe una misteriosa llamada y es obligado a subir a un auto que lo llevará a conocer a un enigmático hombre con una sombrilla y una muy interesante oferta.


Al haber hallado la valija, Sherlock y John van tras la pista del posible asesino sin sospechar que, durante un cateo de drogas en el piso del detective, el mismo causante de los suicidios, un simple taxista, le hará frente a Sherlock y lo someterá a la misma presión que a sus anteriores víctimas. Pero si bien el juego de la ruleta rusa pondrá a Holmes en peligro no deben preocuparse por la vida de nuestro detective ya que será salvado por el disparo oportuno de su nuevo compañero de piso, sin embargo, antes de morir y por supuesto luego de revelar las causas que lo llevaron a cometer el asesinato de cuatro personas, el hombre moribundo revela un nombre: “Moriarty”, el cerebro detrás de todo el siniestro juego.


Con una manta sobre los hombros por el “shock”, Sherlock da información sobre lo sucedido a Scotland Yard, sin revelar de quién provino el que disparo que mató al taxista, y tras dejar la escena del crimen se va en compañía de Watson pero ambos son detenidos momentáneamente por nada más y nada menos que el hombre de la sombrilla, quien resulta ser el hermano del detective Sherlock Holmes, un hombre con un cargo menor en el gobierno (aunque Sherlock diga que su hermano es el gobierno mismo) interpretado por uno de los creadores de la serie: Mark Gatiss; luego de intercambiar unas cuantas palabras, con una vista de nuestros protagonistas alejándose del lugar y la promesa de comida china y galletas de la fortuna llegamos al final del primer episodio de Sherlock.


Ambos hombres, Sherlock Holmes y el Dr. John Watson, no podrían ser más diferentes pero el intelecto de Holmes y la experiencia médica de Watson los llevarán a resolver los casos más extraordinarios forjando así una unión inquebrantable, así que tómense un rato libre, acomódense, y disfruten de esta magnífica serie.

Por Eleni Adler.

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