miércoles, 4 de junio de 2014

(Reseña) Sherlock, 1x02.

“El banquero ciego”

El banquero ciego es la adaptación libre de Los bailarines, El signo de los cuatro, y El valle del terror.
El segundo episodio de la primera temporada de la serie inicia en el Museo Nacional de Antigüedades con una ceremonia de té impartida por una experta en cerámica, la cual al haber concluido sus labores en el museo ve algo que la asusta y desaparece.
Posteriormente, tras intentar hacer las compras y perderse de una buena pelea de parte de su compañero de piso: Sherlock Holmes, John Watson regresa a su departamento sin darse cuenta de lo ocurrido en su ausencia y con las manos vacías. Lamentablemente resolver casos es viable económicamente, hablando para Sherlock más no para John, quien luego de hacer las compras con el dinero de su compañero y de ver sus cuentas por pagar, decide buscar un empleo, mientras que Holmes decide ir al banco. Lo que Watson no sabe es que él se refiere a una casa financiera internacional, dónde nuestro detective se encuentra con un antiguo compañero universitario, Sebastian Wilkes (Bertie Carvel), quién le ofrece una buena suma de dinero a cambio de su ayuda, ya que alguien entró y salió del edificio en menos de un minuto. El intruso no se llevó nada, al contrario, dejó un mensaje: unos extraños símbolos pintados en el retrato del banquero. Si bien Holmes no comprende el significado de estos símbolos enigmáticos, su intelecto y sus habilidades de observación lo llevan al destinatario de dicho mensaje, Edward Van Coon, del Departamento de Hong-Kong.
Sherlock El banquero ciego

Luego de engañar a una vecina para que lo deje entrar y usar su balcón, el detective entra al departamento de Van Coon y lo encuentra muerto sobre la cama. Un aparente suicidio desde el punto de vista del Detective Inspector Dimmock (Paul Chequer) a cargo del caso pero no para Sherlock. Simples detalles como dejar la pluma y el papel al lado izquierdo del teléfono, usar el enchufe izquierdo, o dejar la taza para el café hacia ese lado, más el hecho de que el impacto de la bala fuese en el lado derecho de la cabeza, le indican al detective que no fue suicidio, sino un asesinato. Tal conclusión no puede esperar y el dúo detectivesco irrumpe en una reunión para informar a Sebastian lo ocurrido pero para él y su jefe fue un suicidio. Mientras tanto vemos a un hombre correr como si la muerte lo persiguiera, llega a casa y se encierra temiendo lo peor.
En el museo uno de los trabajadores es enviado a un trabajo especial ya que la especialista en cerámica Soo Lin Yao (Gemma Chan) ha renunciado, hecho extraño que lleva al joven a casa de Soo Lin Yao, pero sin respuesta de ella el joven deja un mensaje escrito en papel y se marcha.
Sherlock El banquero ciego

En lo que John obtiene un empleo como médico sustituto, Sherlock espera a que le pase una pluma y vea la pantalla de la computadora que muestra una noticia, así como la fotografía de nuestro temeroso hombre, cuyo nombre es Brian Lukis (Howard Coggins) un periodista independiente hallado muerto en las mismas condiciones que Van Coon. Estas circunstancias llevan a este par junto con el Detective Inspector Dimmock a revisar el apartamento de Lukis. Cinco minutos bastan para que el detective concluya la forma en que el asesino trabaja: escala el edificio y entra sigilosamente a través de alguna ventana. Podría decirse que los detalles son la especialidad de Holmes, ya que un libro los lleva a él y a Watson a la Biblioteca de West Kingston dónde encuentran otro mensaje. Créanlo o no, el gran Sherlock Holmes precisa de ayuda de vez en cuando, es aquí donde Raz (Jack Bence) un grafitero conocido del detective acepta la tarea de recabar información acerca de los símbolos.

Holmes y Watson se separan para buscar pistas que pudiesen haber dejado las víctimas. Holmes, por su parte, va a ver a la secretaria de Van Coon y Watson se dirige a Scotland Yard por la agenda de Lukis, coincidiendo ambos más tarde en un mismo lugar: la tienda oriental “The Lucky Cat”. Al entrar y rechazar un gato de la suerte, John da con unos símbolos similares a los del mensaje, y Holmes afirma que se trata de un antiguo sistema numérico chino: Hang-Shou. ¿Pero que tienen las víctimas en común y por qué han sido asesinadas? El detective y su compañero explican: Edward Van Coon, un hombre de negocios viajando frecuentemente a Asia y Brian Lukis, un periodista escribiendo sobre China; los dos contrabandeaban cosas y las dejaban en “The Lucky Cat”, pero uno de ellos robó mercancía, y al no saber quién, mataron a ambos. Nada se le escapa a Sherlock, ni siquiera un directorio olvidado frente al apartamento de un desconocido, y nada lo detiene si se trata de investigar.  Al entrar por la ventana del apartamento de Soo Lin Yao e indagar es atacado, pero no se preocupen, sale ileso y con una pista de la desaparecida joven: un mensaje escrito en un sobre del Museo Nacional de Antigüedades.
Sherlock El banquero ciego

La suerte está del lado del par, pues al interrogar a Andy (Al Weaver), el joven ex-compañero de Soo Lin, encuentran otro mensaje dejado por el asesino en una estatua. Raz les muestra que hay mensajes escritos en la ciudad y John Watson encuentra el mensaje principal, pero como nada es tan fácil en esta vida, descubren que para descifrar el código necesitan de la experta en cerámica, quien se encuentra oculta en el museo. Ella coopera con Holmes y Watson, hablándoles acerca de “El Loto Negro”, una banda criminal de la que una vez fue miembro y a la que pertenecen las anteriores víctimas, al igual que el hermano de Yao. Tristemente, Soo Lin es encontrada y tiene el mismo final que las anteriores víctimas. Su vida no fue en vano ya que les dice a nuestros protagonistas la forma de descifrar el mensaje: un libro. ¿Pero cuál? Después de pasar en vela toda la noche y parte de la mañana trabajando en ello, provocando que Watson se quede dormido en su nuevo empleo al día siguiente, pillan que ninguno de los libros de los difuntos es el correcto.

John y su jefa Sarah Sawyer (Zoe Telford) salen en una cita al circo, propuesta que proviene de Sherlock, quien se les une más tarde para tratar de atrapar al asesino supuestamente escondido entre los acróbatas del acto circense. La música suena, el acto inicia, y mientras los espectadores disfrutan del show, Sherlock investiga tras bastidores y es atacado nuevamente pero es rescatado gracias a John y a Sarah. Los tres, luego de pasar a ver a Dimmock, regresan al 221B de la calle Baker, Sarah le comenta a Sherlock que parte del mensaje ya había sido traducido haciendo que el detective consultor salga a paso veloz rumbo al museo, viendo posible encontrar allí el libro o alguna otra pista dejada por Soo Lin. En su camino tropieza con un par de turistas que llevan una guía de Londres, Holmes recuerda haber visto el libro en los departamentos de las tres víctimas, entonces, tras quitarles el libro a los turistas comienza a transcribir el mensaje, él cuál termina siendo: “Nueve millones por el pasador de jade. Guarida del Dragón Negro, tranvía”. Mientras tanto, el timbre de la puerta suena y John baja a abrir sólo para ser golpeado y secuestrado junto con su jefa; Sherlock regresa solamente para contemplar el mismo mensaje pintado en las ventanas, cuyo significado es “Hombre muerto”.
Los villanos creen que John es Sherlock e intentan forzarle a revelar dónde está el tesoro perdido que buscan. Sarah, amordazada y atada, es partícipe del acto de escapismo chino; puesta frente a una ballesta tiene pocos minutos para ser salvada. El detective llega a tiempo para salvar a sus amigos, pero mientras Holmes lucha contra uno de los integrantes de la banda y contra el tiempo, la jefa Shan, escapa.
Sherlock El banquero ciego

¿Y qué sucedió con el tesoro? Mientras John cobra el resto del dinero a Sebastian, Sherlock habla con la secretaria de Van Coon haciéndonos ver que entre ellos (Edward y su secretaria) había algo más que trabajo debido a la marca de crema de la dama, misma marca que el jabón de manos de Eddie. La horquilla de jade terminó siendo un regalo del hombre de negocios para su amante, sin saber ambos, su valor real.
Para finalizar este interesante episodio se muestra a la jefa Shan pidiendo perdón a su superior, identificado como “M”. Luego, con el punto rojo característico de un francotirador sobre la frente, la toma es oscurecida, dejándonos escuchar el disparo silencioso que termina con la vida de Shan.


Eleni Adler.

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